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El rincón de mautemático


Las Cosas son como deben, no como deberían Ser.


Inspiración, frustración y transpiración: Sobre como los trenes cambian de dirección

En un martes al azar, como en cualquier otro, uno puede elegir entre ver una serie hot y hacer algo importante. Hoy decidí hacer ambas, aunque en tiempos distintos. Me resulta curioso mencionarlo, porque a estas horas del día no he concluído ninguna.

Para este martes en particular, tenía un plan. ¡Cómo me odio por hablar en pretérito para evadir el presente!

Para este martes en particular, tengo un plan. Lo bueno de los planes es que pueden adaptarse y si son lo suficientemente buenos permiten incluso improvisar. Los míos no son siempre robustos, pero hoy heme aquí: Improvisando.

¿Has leído sobre pilas y colas? Son técnicas empleadas en programación para manejo de algunos datos. Supongamos que los datos son libros:

En una pila, los libros apilados primero deberán salir al final. Ya sabes, porque si sacas el libro de hasta abajo, la pila entera se cae.

En una fila cola es similar, pero al revés: Los libros que se forman primero, son los que primero salen.

¿Y si los datos son dichos? Dependerá de cada quien. Yo intentaré hoy con una fila.

Mientras GrooveShark me ofrece “Eres”, de Café Tacvba, te conataré un poco sobre mi anoche y mi hoy:

El lunes, por azares del destino, terminé en casa cenando tacos con Quique, un buen amigo de la facultad, mientras hablábamos de amores y cotorreos varios. Hablando de amores y noches: Mi amor se despidió ese día poco antes de las 00:00 del martes. Pero el cotorreo entre Quique y yo se extendería varias horas más.

En algún momento, entre uno de mis nuevos facebook-amigos y yo comenzó una ciber-ronda de confesiones. De nuevo, de amores. ¡Qué pequeño es el mundo y cuan importante el amor! Llegó el momento de despedida del facebook-amigo, junto con el momento de descargar películas para verlas posteriormente.

Para no entretenernos en detalles innecesarios: Quique y yo permanecimos despiertos hasta eso de las 6:00. Le tocó ser testigo de mi mensaje matutinimísimo, serían por ahí de las 4:37 cuando lo envié. Luego nada.

Desaparezcamos a Quique, veamos sólos una película donde aparezca Ana Claudia Talancón, y tomémosle una foto a Flatland, el libro que Larry me prestó ayer. Mi celular sigue sin ser reanimado.

Y que el tiempo vuele, tanto para ver por la tarde un capítulo y medio de Satisfaction, una serie que me sugirieron anoche.

¡Un momento emocionante se avecina! Mi amor ha llegado y me presume algo que yo en su lugar también presumiría. ¡Qué felicidad! <img src='http://blog.mautematico.com/wp-includes/images/smilies/icon_smile.gif' alt=':)' class='wp-smiley' /> (y esta fue la primera carita, apenas puedo creer que resistí tanto sin poner una)

¿Te acuerdas de mi celular muerto? Cuando le comenté a mi amor al respecto, y dije que extrañaba sus mensajes, respondió algo que no logré comprender. Maldito mi cerebro que se me adeltanta y traduce a Oh, he estado ignorándote.

Es este el punto en que ya no me apetece la cursi Satisfaction, y que veo como mi plan para hoy necesitará de mucha improvisación.

Minutos después, mientras camino por las calles de Guanajuato y respiro aire fresco, me acuerdo de mi reciente descubrimiento: ¡Los trenes! Por dios, no lo he contado todavía. Y parece que ha llegado el momento:

Nacho preguntó:

¿Saben como hacen los trenes para girar? Tras algunas aclaraciones y explicaciones, entendimos la pregunta:

Los automóviles tienen un mecanísmo interesante para “doblar a la izquierda” o a la derecha: Cuando giras el volante, a simple vista puedes apreciar que las ruedas “giran” en la misma dirección. Si observas un poco más, notarás que mientras el automóvil está doblando una de las ruedas recorre una distancia mayor. ¿Y eso qué? Es ahí donde entra el mecanismo diferencial del automóvil: La rueda que recorre distancia mayor debe girar más rápido, debe dar más vueltas.

¡Pero los trenes no tienen volante, van sobre rieles! ¿Qué tal si el tren del que hablamos tampoco tiene ese maravilloso mecanísmo diferencial? Y no culparía a los fabricantes por no implementarlo: Después de todo, sería un alto costo considerando la cantidad de ejes que tiene un tren. Seguro podemos hacer una breve prueba: Si las ruedas del tren giran a la misma velocidad, el tren se descarrila al girar.

Además de alto, ponerle mecanismo diferencial a un tren es innecesario, porque existen otras soluciones. La pregunta de Nacho fue ¿Cuál es una de ellas?

Durante la clase, se me ocuriró una solución: ¡Levantar un riel! Sí, en serio. Levantar el riel “interior” en la zona de curva. Nacho pensó un momento y comentó que mi solución no funcionaba, que resolvía un problema diferente. Hoy sé que mi solución sí funciona; sospecho que Nacho pensó en el riel exterior.

Pero la solución no está en los rieles, sino en las ruedas. Y lo descubrí por fin varios dias después de entendida la pregunta.

…Era una tranquila tarde de miércoles, y hacía hambre. Fuí a erizos a comer, donde fuí recibidopor varias mesas  parcialmente ocupadas por personas a quienes no conozco. Con todas las mesas, lo mismo, a excepción de una: La mesa en que estaban Nacho y quien parece ser su alumno de tesis. Me senté con ellos.

Nacho y el jóven con quien estaba hacían Matemáticas que todavía no comprendo. Lo que sí sé es que hacían ecuaciones diferenciales para modelado de fenómenos epidemiolóǵicos, parafraseando a Nacho. Sé que no me mintió porque en el pizarrón de su oficina había hace meses justo eso.

Con mi curiosidad momentánea satisfecha, volvió a mi la pregunta sobre los trenes. Con una botella de pet en mano y vagas ideas sobre velocidades angulares, luego de algunos minutos la idea llegó: ¡Las ruedas de los trenes no son ruedas, sino conos! Con diámetros distintos en puntos de apollo distintos, se tiene una misma velocidad de rotación, pero diferentes velocidades angulares (ahora mismo no estoy seguro sobre el nombre, pero la idea intuitiva es: Diametro menor => La rueda en forma de cono recorre una distancia menor).

¡Y fin! Los trenes no requieren mecanismo diferencial ni volante, ni elevación de rieles para cambiar de dirección. Basta que sus ruedas no sean ruedas.

Hoy es martes, y tengo un plan pendiente. Pero ya tengo una historia menos que compartir. Carpe diem.